miércoles, 21 de septiembre de 2011

Programa de Manejo Sustentable del Agua para la Ciudad de México

fuente:

Gobierno del Distrito Federal
Secretaría del Medio Ambiente
Secretaría de Obras y Servicios
Sistema de Aguas de la Ciudad de México
México, D. F., Diciembre 2007



CONSUMO DE AGUA POTABLE

El suministro de agua potable es indispensable para el desarrollo de una población. La
cobertura de estos servicios está supeditada a la disponibilidad y aprovechamiento
sustentable de los recursos hídricos, así como a su ubicación respecto a los centros de
consumo. En el caso de la Ciudad de México la alta densidad de población ha generado una
fuerte demanda de agua, lo que se ha traducido en una grave problemática agudizada por la
insuficiencia de las fuentes de abastecimiento locales, y la consecuente importación de agua
de cuencas vecinas.
El crecimiento demográfico en la Ciudad de México (población de casi 9 millones de
habitantes) y su área metropolitana (más de 19 millones) se caracteriza por no ser uniforme.
Las proyecciones indican que en el Distrito Federal 9 de sus 16 demarcaciones presentarán
incremento poblacional, destacando al 2012 las Delegaciones Tláhuac, Xochimilco,
Cuajimalpa y Milpa Alta, seguidas por Tlalpan e Iztapalapa.
Actualmente, el abastecimiento de agua potable al Distrito Federal es de 32 m3/seg y está
conformado por fuentes locales (ubicadas en la Ciudad de México y en el Estado de
México) y fuentes externas (localizadas en los Estados de México y Michoacán). En cuanto
a la prestación de servicios hidráulicos, la cobertura en agua potable es del 97.14%, en
términos de conexiones a toma domiciliaria. No es posible una conexión del 100% debido
al crecimiento demográfico, las condiciones actuales de la infraestructura, y la localización
geográfica y/o legal de algunos asentamientos.
Las fuentes externas son aguas superficiales y representan el 35% del caudal total
suministrado al Distrito Federal. Sus aportaciones no han presentado variación
significativa, sin embargo, en el corto plazo, con la terminación de la infraestructura del
Estado de México se prevé la reducción del caudal proveniente del Sistema Cutzamala (por
lo menos 1 m3/seg), el cual es suministrado por la Comisión Nacional del Agua
(CONAGUA). Por otro lado, las fuentes locales representan el 63% del suministro, y se
componen básicamente por el acuífero de Lerma (13%) y el acuífero de la Ciudad de
México (50%). En este contexto, es necesario reforzar el suministro de agua potable a la
Ciudad de México con el desarrollo de nuevas fuentes y hacer eficientes las actuales.
En relación al Sistema de Agua Potable, se presentan pérdidas del orden del 35%, lo que
genera zonas sin servicio y servicio intermitente: Delegaciones Alvaro Obregón, Coyoacán,
Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Miguel Hidalgo, Magdalena
Contreras, Tlalpan (Ver Figura 5). En este sentido, el Sistema de Tratamiento y Reuso,
cobra importancia en cuanto a los consumos de agua potable, dado que es necesario
incentivar el uso de agua residual tratada para liberar caudales de agua potable.




DETECCIÓN Y SUPRESIÓN DE FUGAS

La red de distribución de agua potable de la Ciudad de México a través de los años ha
aumentado su tamaño y capacidad de respuesta, al mismo tiempo que su manejo se volvió
sumamente complejo. Como en otras ciudades del país y del mundo, el desarrollo de una
gran red está acompañado de fuertes problemas relacionados con el deterioro de la
infraestructura y las pérdidas, la inequidad en la distribución, el déficit del suministro, la
disponibilidad futura y otros más. Las pérdidas representan el 35% del caudal suministrado
y ocurren en la totalidad de la red. Esta situación va en detrimento del servicio de agua
otorgado a los habitantes del Distrito Federal, por lo que en años recientes se han tomado
acciones concretas encaminadas a disminuir el agua que se pierde en las redes y tomas
domiciliarias, permitiendo con ello la recuperación de volúmenes importantes.
La búsqueda de una solución integral y definitiva que considere el fundamento social e
hidráulico del problema del abasto de agua en la ciudad de México, encontró respuesta en
el proyecto de la sectorización. Este proyecto constituye la estrategia de eficiencia física
más aceptada en la experiencia internacional por su efectividad para distribuir grandes
caudales en áreas extensas y simultáneamente controlar y reducir las pérdidas con un bajo
costo de inversión. La sectorización busca subdividir las redes de distribución en distritos
hidrométricos para delimitar la problemática local con válvulas de seccionamiento; después
controlar el gasto y la presión justo como es requerido por la configuración particular del
sector mediante válvulas de regulación.
Estudios recientes realizados en la Ciudad de México por el Sistema de Aguas, dieron
origen a un plan estratégico de división de la red de distribución en 336 sectores. Lo
anterior para reorientar los criterios técnicos y la política hidráulica de la Ciudad hacia el
uso eficiente de los recursos hidráulicos y de la infraestructura instalada, antes que
privilegiar la explotación de nuevas fuentes que representarían enormes costos, fuertes
conflictos políticos y daños ambientales irreversibles. El caudal que se estima recuperar por
la sectorización es de 3.0 m3/s, que capitalizaría la disponibilidad de agua para el servicio
en zonas con déficit, a la par que coadyuvaría para a reducir el porcentaje de fugas en la red






Actualmente se tiene la evidencia de que una causa importante de fugas se debe a que el
tipo de tubería que se utilizaba anteriormente era inadecuado para las condiciones del suelo
de la ciudad o que en algunos casos ha rebasado su vida útil. Estas razones dieron origen al
programa de sustitución y rehabilitación de redes de distribución.
La rehabilitación de las redes consiste en sustituir tuberías secundarias que presentan altos
índices de fugas, por tuberías de polietileno de alta densidad que poseen gran resistencia
debido a sus propiedades mecánicas, adecuadas al suelo lacustre expuesto a continuos
hundimientos y a la actividad sísmica. Otra ventaja es que no reacciona con el agua y posee
una vida útil de 50 años aproximadamente. Sus uniones termo fusionadas son más seguras
que las tradicionales, eliminando con ello prácticamente toda posibilidad de fuga con el
consecuente incremento de las presiones. El método de instalación empleado se denomina
de reventamiento de tuberías, el cual es un método que no considera zanja, que incrementa
la productividad y reduce los volúmenes de excavación y por consiguiente las molestias a
los usuarios








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